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El Papa Francisco, ha pedido que este año se dedique a San José, el padre adoptivo de Jesús. Sabemos que San José, fue un hombre de pocas palabras; de hecho, no hay una sola cita que se le atribuya en la Biblia, pero, es alguien cuyo imponente ejemplo, y presencia en la vida de Jesús y María, es un modelo para todos nosotros. y, en particular, para los hombres.
Como muchos de ustedes sabrán, habíamos decidido desde hace muchos meses, declarar el 2021, como el Año de la Eucaristía en la Arquidiócesis de Nueva Orleáns. Estábamos muy avanzados en nuestra planificación para el Año de la Eucaristía, cuando el Santo Padre anunció el pasado 8 de diciembre que, quería dedicar el 2021 a San José, por lo que incorporamos su llamado a nuestras propias celebraciones del año eucarístico.
Al salir de la pandemia, cada uno de nosotros experimentó el hambre de la Eucaristía, después de haber sido privados del cuerpo y la sangre de Cristo durante tantos meses. Ahora que los Católicos están regresando a la Misa en un número mucho mayor, ¡bienvenidos a la Mesa del Señor!
Este año, como lo ha pedido el Papa Francisco, también, queremos centrar nuestra mirada espiritual en San José. Necesitamos verlo, no solo como el patrón universal de la Iglesia y, no solo como el padre adoptivo del Señor Jesús, sino, como un hombre, un ser humano que caminó hacia la santidad.
José enfrentó problemas muy difíciles. Era un hombre que buscaba la santidad, y luego se le dijo inesperadamente que, tendría que tomar a María como su esposa, y ella estaba encinta. Eso no es algo fácil de aceptar. El mensajero de Dios, vino a San José en un sueño y le dijo: “No temas”. Aún así, eso tenía que ser un desafío.
José tuvo dificultades para encontrar un lugar donde naciera Jesús y, finalmente, su hijo nació en un granero. Inmediatamente después del nacimiento de Jesús, el rey Herodes, envió órdenes de matar a todos los varones recién nacidos, porque había escuchado que había nacido el mesías y, le preocupaba que el mesías le quitara el poder. José, estaba con mucho miedo y, sin embargo, se esforzaba por alcanzar la santidad. Se llevó a María y a su hijo recién nacido de Belén, para que estuvieran a salvo. Murió, dejando a María sin esposo y a Jesús sin un padre adoptivo.
Puedo imaginarme a José sosteniendo a su hijo en sus brazos. Y José, nos dice a ti y a mí: “Lo tuve en mis brazos, pero tu, debes tenerlo en tu corazón”.
José, también nos dice que, tenemos que mirar nuestras debilidades y lidiar con ellas, de tal manera que podamos convertirnos y, continuar creciendo en santidad. Eso requiere que conozcamos y amemos a Dios con todo nuestro corazón, y conozcamos y amemos a los demás, incluso, a aquellos que nos han lastimado, y perdonemos.
Como hombre, José nos enseña cómo ser hombres, en primer lugar, y luego, nos enseña cómo ser hombres que buscan a Dios, permitiendo que Jesús viva en nuestros corazones y, en nuestras familias. Ya seamos solteros, casados o en estado célibe, él nos enseña a cómo ser un hombre de bondad, un hombre que se mueve hacia Dios, hacia el Señor Jesús y, hacia la santidad de vida.
A medida que estudiamos a San José aprendemos que hay una espiritualidad única que expresan los hombres. San José fue un hombre de fuerza y coraje, pero también, fue un hombre que conoció y abrazó el miedo. A veces estaba asustado. A veces tenía más preguntas que respuestas sobre la ansiedad y la ambigüedad de su vida. Pero, en José, vemos a un hombre que confía en su Dios viviente, sabiendo que Dios es su Padre. Por eso, para ustedes y para mí como hombres, queremos crecer en nuestra espiritualidad. Queremos crecer en nuestra relación con el Señor Jesús. Y de eso se trata este año. Y también, nos recuerda que a medida que crecemos en esta espiritualidad, podemos ser testigos para los demás.
Como María es un modelo único para las mujeres, José es un modelo único para los hombres. San José sigue siendo un modelo para mí y, está orando contigo y por ti. Animo a todos los hombres a buscar el crecimiento espiritual, a través de los sacramentos y, a través de las oportunidades que brindan muchas parroquias, para que los hombres se reúnan en grupos pequeños para orar, apoyar y rendir cuentas cristianas saludables. Puede encontrar más información sobre esos grupos de hombres en: www.nolacatholicmen.com.
Las preguntas para el Arzobispo Aymond pueden enviarse a: [email protected].